
Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria el drama de las familias que se han visto involucradas en esta estafa se ha convertido en una de nuestras lacras, un foco de vergüenza al que la sociedad no puede dar la espalda. Más de medio millón de personas han sido desahuciadas, creándose situaciones de tal desamparo que desgraciadamente han encontrado en el suicidio su cara más amarga.
En el año 2007 el BANESTO sacó al mercado varios productos tóxicos a través de hipotecas. Entre ellos uno al que puso el terrible nombre de Hipoteca Tranquilidad, producto que el Banco de España al año mandó retirar.
Sin embargo el Banco Santander que absorbió al BANESTO no sólo siguió manteniendo este producto sino que a las que somos víctimas de él nos dejó sin solución alguna; tampoco ha mostrado intención de darla.
El Banco Santander además de no ofrecerte ninguna solución, escurre el bulto, nos remite al Servicio de recuperaciones Altamira inmobiliaria del Santander, nos entretiene con su juego, nos desprecia.
Llevamos más de dos años intentando solucionar mi caso pero repito, no sólo no muestra ninguna intención Altamira sino que actúa de mala fe: alegando falta de documentación o que la documentación entregada está pasada de fecha, y mil excusas más. De Altamira nos remiten al banco Santander y viceversa, pasando la pelota de unos a otro sin avanzar en la casilla donde se diga “te ofrecemos algo digno”, alargando los procesos y llegando a situaciones que afectan tanto a la salud como a la convivencia familiar. En esta situación no me encuentro yo sola, sino un gran número de personas y familias con grandes problemas.
Debido al peregrinaje mantenido: Sucursal, Altamira, bufete de abogados del Santander Vicario Arango&Sanchez y vuelta otra vez Altamira, durante estos dos años, al menos logramos reunirnos con el Director territorial Juan Pallarés y la Srta Consuelo. En las dos últimas reuniones mantenidas con ellos y con la PAH presente, nos dijo que en cuanto dispusiera de la documentación requerida del otro titular que es mi expareja se haría un estudio de mi caso.
En Altamira siempre han intentado encaminar la gestión de esta petición hacia el Real Decreto-ley 6/2012, de 9 de marzo, y agarrándose a ello les ha resultado fácil ponernos trabas pidiendo todo tipo de documentos requeridos para acogerse a dicho Real Decreto. Nosotras le hemos insistido por activa y por pasiva que lo que quiero es una Quita en una negociación directa con el Banco, opción igualmente viable. Parece que en una de las reuniones quedó claro y Altamira se comprometió a tomar las medidas necesarias para emprender una negociación siguiendo este camino, pero en la última reunión tras la entrega de toda la documentación que faltaba, volvieron a insistir en la documentación que es necesaria para acogerse a una reestructuración a través del Real Decreto-Ley citado anteriormente, como si no les hubiera claro y cristalino lo que estamos pidiendo.
Por lo tanto, ante esta situación nos vemos obligados a personarnos en la sucursal en la que yo firmé mi préstamo hipotecario para exigir:
Me reciba el director de esta sucursal para atender mis peticiones de una vez y poder mantener una negociación a través de la cual pueda obtener compromisos y/o respuestas encaminadas a tratar de solucionar mi caso de buena fe y con la seriedad, respeto y trato digno que merezco como persona humana que soy, ya que en los dos años que llevo intentando obtener algún avance y documentación sobre mi préstamo hipotecario, documentación que se me tendría que haber facilitado en su momento, se me ha ninguneado, mareado de un sitio a otro, siempre poniéndome obstáculos.
Pero esta actitud que denota falta de buena disposición por parte de Banco Santander e Inmobiliaria Altamira para llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, si intentaba desmoralizarme y desanimarme para darme por vencida, sólo ha conseguido el efecto contrario, me he hecho más fuerte frente a esta situación para luchar por lo que quiero, porque se me escuche y para tomar las medidas necesarias para llegar a un entendimiento y por ello hoy la PAH está aquí, y me seguirá acompañando y apoyando mientras dure toda mi andadura para conseguir soluciones.
Así que reiterándome en mi petición, insto al director de la sucursal de Banco Santander de C/ Orense número 19 de Madrid o persona en su lugar con la potestad adecuada, me reciba para tratar mi caso y ofrecerme compromisos reales, hechos, y no palabras que se las lleve el viento.