Los Juzgados de Colmenar no hacen caso al Comité de Derechos Humanos

Kautar tiene 27 años y dos hijos de 7 y 9 años de edad. La Agencia Social de Vivienda de la Comunidad de Madrid quiere desahuciarles este próximo martes 13 de noviembre  a las 10:00h, del que ha sido su hogar hasta ahora en el municipio de Tres Cantos.

Desde el pasado día 5 de noviembre había dejado de llorar y había recuperado su bonita sonrisa. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas, a través del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Tribunal de Derechos Humanos con el que España tiene firmado un Tratado y a cuyo protocolo de actuación está adherido desde el año 2013, había ordenado al Estado español la aplicación de medidas cautelares y la suspensión del desahucio.

Esta mañana (08/11/18), ha recibido la noticia a través de su abogado de oficio, que el juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Colmenar Viejo, hace caso omiso de las instrucciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas y no tiene ningún reparo en dejar a dos menores, de 7 y 9 años, y a su madre en la calle.

Tampoco parece dar solución a este caso la Dirección General de la Agencia Social de la Vivienda de la Comunidad de Madrid, organismo público cuyo cometido es atender las necesidades de vivienda de familias vulnerables de especial necesidad, como es el caso.

Todo parece una locura, o un mal sueño, y más cuando hemos documentado con las direcciones concretas nada más y nada menos que seis viviendas vacías en los tres edificios que este organismo tiene en esta localidad.

La situación de la familia es crítica. Se trata de una madre que ha logrado salir de una separación con violencia de género, actualmente sin ningún ingreso ni red social que pueda ayudarle y con un desgaste emocional que a pesar de su increíble fortaleza empieza a pasarle factura.

El ayuntamiento y su concejalía de Servicios Sociales, sostiene que le han ofrecido sufragar una habitación para los tres durante tres meses, o qué se busque una familia para compartir un piso alquilado también durante un tiempo, pero Kautar quiere que por fin se atienda de verdad su situación para poder empezar a vivir una vida digna. Ya ha pasado por estas circunstancias y sabe lo difícil que es remontar así. ¿Qué hace al cabo de los tres meses? ¿Con qué situación se encontrarán sus hijos? ¿Cómo podrá hacer frente a un alquiler cuando terminen las ayudas?

Kautar quiere seguir en su hogar. Lleva solicitando una vivienda de protección pública desde 2011 pero su separación y la burocracia le negaron sus derechos. No le quedó más remedio que ocupar. Todos los informes son muy positivos y la definen como una mujer luchadora y que no genera ningún conflicto. En todos ellos se pide desde hace años una vivienda para esta familia de especial necesidad.

Kautar es una buena madre y sólo quiere trabajar y vivir tranquila con sus dos pequeños. Si la Agencia Social Vivienda tiene seis viviendas vacías en Tres Cantos, ¿cómo es posible que se les niegue una vivienda? ¿Por qué no pueden quedarse en su casa? ¿Cómo es posible que no se implementen las medidas cautelares que ordena el Alto Comisionado de Naciones Unidas?

Sólo hay una respuesta. Nos hemos vuelto locos.

Pedimos a los medios de comunicación, a las instituciones, a los jueces y responsables de tamaña barbaridad que se hagan eco de esta locura y que asuman su responsabilidad atendiendo de inmediato esta demanda y paralizando este desahucio.

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